Invitación 5º Aniversario

Click to play this Smilebox scrapbook
Create your own scrapbook - Powered by Smilebox
Scrapbooking design generated with Smilebox

sábado, 12 de enero de 2008

ENTREVISTA A ALEJANDRO FERNANDEZ

En pleno lanzamiento de su nuevo disco, Viento a favor, el Potrillo invitó a GENTE a su rancho de Guadalajara, y se mostró como nunca. Una charla abierta, sincera, sin eludir ningún tema:
Lo primero que llama la atención es su nuevo look, que va desde el corte de cabello hasta una fisonomía muscular visiblemente más torneada. Y en seguida, los contrastes: en la intimidad de su rancho –durante la sesión fotográfica–, o en el fragor de sus oficinas donde haremos la entrevista –ambos en Guadalajara–, él no tiene nada que ver con ese mariachi pop que calienta los palenques a pura emoción. Cara a cara, y en familia, Alejandro Fernández no alza la voz, se mueve como silencioso, dejando traslucir serenidad y timidez en proporciones que cuesta determinar.

Empecemos por el notorio cambio físico. Pareciera que en los últimos meses, más que en un estudio de grabación, te mataste en el gimnasio, ¿no?
–Te voy a explicar. Yo tengo quince años haciendo ejercicio; empecé a los 17 y toda mi vida he estado en forma; obviamente, a medida que la carrera artística se hizo más intensa, tuve mucho menos tiempo para el gimnasio. Pero los músculos tienen memoria. Así que cuando retomas después de tres meses, empiezan a agarrar una forma impresionante. Además, en el gimnasio me desconecto de todo, tiro todas las malas energías y me da una buena imagen, que es lo que el público se merece. Porque una vez que te conocen de una manera, no se vale que después de quince años uno aparezca con panza, ¿no?

–Y con la dieta, ¿eres muy cuidadoso?
–Eso es lo más importante, incluso más que el ejercicio. De hecho, ahorita me puedo mantener así porque me cuido en las comidas.

–¿Te representa un gran sacrificio?
–Es un sacrificio muy grande, porque uno de mis grandes gozos en la vida es la comida.

–Acabas de lanzar Viento a favor. ¿Cómo se lo presentas al público?
–Podrá sonar trillado, pero es uno de los discos más importantes de mi carrera. Y al mismo tiempo, se relaciona al anterior por lo romántico, lo pasional, lo divertido… Se diferencia en que trabajamos mucho en función de lo que serán los shows en vivo. Por ahí vimos que nos hacían falta algunas canciones rítmicas para darle más ambiente a los conciertos…

–¿Por eso tanto vallenato…?
–Exacto. Para que la gente no deje de bailar.

–Alejandro, quince años de carrera ya… Te llevo un poco hacia atrás. Al muchacho que inevitablemente empezó como “el hijo de Vicente Fernández”. Resultó costoso tener nombre propio, liberarte del peso del apellido?
–Creo que fueron los dos primeros discos en donde mi papá participó como manager, productor, un poco de todo… Con mi papá yo siempre tuve problemas…

–¿Problemas? ¿Por qué…?
–Porque siempre fui como el más rebelde de la casa, el que quería hacer las cosas por su propia cuenta. No me sentía lleno. A pesar de que era muy joven –tenía 19 o 20 años cuando saqué mi primer disco– no sentía el éxito como algo propio; me sentía muy dependiente de mi padre. Por eso, a partir del tercer disco le pedí a mi padre que por favor ya no se metiera.

–¿Cómo lo tomó Don Vicente?
–¿La verdad?–

La verdad, claro…
–Se molestó un poco, pero lo entendió. Le dije: “Papi, quiero disfrutar realmente de lo que estoy haciendo”. “Pero es que todavía no sabes nada…”, me dijo. “Bueno, discúlpame, pero si tengo que equivocarme, permíteme aprender de mis errores. Quiero disfrutar tanto mis éxitos como mis tropiezos. Sólo así es como voy a aprender”. Y lo entendió. Yo tenía bien claro a dónde quería llegar. Sabía que tarde o temprano me iban a reconocer por lo que soy, por lo que traía. Pero, la verdad, nunca pensé que fuera tan rápido. Piensa que después lancé Que seas muy feliz, que trae Como quien pierde una estrella, una canción que ya es como un clásico mexicano. Que, de hecho, fue como mi bandera a nivel internacional. Todo eso ayudó a que pudiera separarme de mi padre, digamos. Mirándolo en retrospectiva pienso que fue duro y bueno al mismo tiempo.

–¿Por…?
–Siempre supe que el hecho de estar bajo la lupa –por llevar su apellido– me iba a llevar a exigirme el trescientos por ciento para poder quitarme su sombra. De alguna forma me ayudó mucho.

Mirando hacia atrás, recién decías: “…tenía bien claro a dónde quería llegar…”. ¿Llegaste?
–Sí. Y creo que lejos, mucho más lejos de lo que esperaba.

–¿Por dónde pasan las motivaciones actuales, entonces?
–Es que no se trata nada más de llegar, plantar bandera y retirarte. No, el desafío, por un lado, es cuidar lo que ya conquistaste. Y por otro, como suele pasar con los conquistadores, siempre quieres más terreno. Vas buscando y explorando nuevas cosas. En esa búsqueda estamos ahorita mismo. México ya está; nos fuimos para Estados Unidos y lo tenemos; fuimos para Centroamérica y también está; parte de Sudamérica, también; nos hacía falta Argentina, Paraguay y ahí estamos, sembrando; también fuimos hacia España y ese sí que es un desafío especial…

–¿Qué tiene de especial?
–Por lo que supone como puerta de entrada a Europa en general. Y en eso estamos, en eso estamos…


–Del género ranchero has ido derivando cada vez en eso que bien podríamos llamar “mariachi-pop”. ¿Fue dura la batalla contra los puristas?
–Bueno, bueno… no tienes una idea lo que fue al principio. Empezando por mi propio padre, es un ambiente de tipos muy cerrados, tradicionalistas. Sin embargo, yo veía que toda la música estaba evolucionando, por eso salí en busca de nuevos caminos. Lo que no quita que no vuelva al género tradicional; de hecho, quizás lo haga en mi próximo disco. Al empezar a hacer estas fusiones, y tratar de hacer algo diferente, hubo mucha gente que me empezó a tirar con todo, pero ahorita ya lo han aceptado. Han visto el éxito que ha dado y les callé la boca de buena forma a mucha gente.

–Hablando de nuevos horizontes, hace poco grabaste con Beyoncé. Cuéntame esa experiencia…
Un día me hablan de mi compañía para decirme que esta niña quería hacer un lanzamiento de su disco en el mercado latino. Lo padre fue que más de una vez me habían dicho: “Oye, ¿para cuándo con una gente importante americana?” Y yo siempre respondía lo mismo: “Si alguien de Estados Unidos está interesado en grabar conmigo, que lo haga en mi lengua”. Beyoncé ya tenía un dueto con Shakira y quería grabar otro con un hombre. Así que me fui a Nueva York y nos pasamos todo un día en el estudio.

–¿Cómo es ella en persona, cara a cara?
–Se me hizo una chica muy guapa, mucho más guapa en persona que en televisión o en las revistas. Es muy sencilla, con un buen sentido del humor, humilde, para nada diva. El tema quedó maravilloso. Nos gustó muchísimo a los dos.
–Y en seguida, casualmente, la revista People los coloca a los dos entre los personajes más sexys… ¿Qué le pasa a Alejandro Fernández con ese rótulo? ¿Te sientes sexy? ¿Te gusta ese juego?
–Yo creo que sí, aunque lo dejo a consideración del público. Pero tampoco me lo creo tanto, ¡eh! Para mí, ser sexy es algo más que verte bien o una cuestión de imagen; es sentirte bien por dentro. Cuando eso pasa, lo reflejas. Es la seguridad que una persona puede tener.

–A propósito, para este lanzamiento traes un nuevo look. ¿Por qué?
–Prácticamente desde que me inicié venía usando el pelo largo. Quizás me lo había cortado dos o tres veces, pero creo que nunca había salido en una portada de disco con el pelo corto. Así que me dije “¿por qué no?” Me quería rejuvenecer.

–Sin ánimo de generar polémica, hace unos meses, Lupillo Rivera te acusó de homosexual. ¿Qué sientes frente a ese tipo de agresiones?
–Mira, estamos acostumbrados a todo esto. Cuando eres una persona de éxito estás expuesto a esas agresiones. Enseguida te das cuenta que, al final, lo único que quieren es hacerse publicidad gratis.

–Pero en tu vida privada, digo, ¿te llega a afectar?
–En esos casos, lo que haces es hablar con tu familia. Hay una muy buena comunicación con mis hijos, con mi ex esposa, con mi ex mujer. Y mientras que no salga algo que nos afecte a nosotros, nos embarramos de vaselina ¡y ya!: resbala.

–Hablabas de tus hijos. Traes dos separaciones, eres un tipo que está gran parte de su vida on the road… ¿Cómo manejas la relación con ellos?
–Súper bien. Si de algo puedo jactarme es de ser muy buen padre. De hecho, es uno de mis propósitos principales en la vida: poder estar orgulloso de ellos y de su crianza. Llevamos una relación súper buena. Siempre he tratado de ser más que su padre; hay una línea de respeto y de autoridad, sí, pero quiero que me vean como un amigo, que tengan la confianza para poder contarme todas sus cosas y preguntarme cualquier duda que puedan tener en la vida.

–El hecho de que estás tanto tiempo de gira, ¿genera el típico “pase de facturas”? Porque ellos viven con su madre, ¿no?
–Sí. Afortunadamente viven con sus madres. Nunca me puse en la posición de “te los voy a quitar”, porque sabía que les iba a hacer mucho daño a mis hijos. Y más allá de la separación, la gran ventaja es que ella es de aquí de Guadalajara, entonces nos seguimos viendo aquí, en familia. Siempre fuimos unas personas muy civilizadas, muy inteligentes, y a pesar de que decidimos tomar rumbos diferentes, pensamos que no era lo mejor para los niños que nosotros no nos dirigiéramos la palabra o nos vieran peleados. Llevamos una mega relación entre mi ex esposa y yo, y eso nos ha dado también una muy buena comunicación con nuestros hijos. Aunque también es cierto que los niños de repente aprovechan más de una ocasión para… chantajear, digamos. Lo típico: “Si tú no me haces esto, entonces me voy con mi mamá”. Más de una vez, Alex –es el mayorcito: ya tiene trece años y parece de veintidós, je je–, frente a un problema con la madre, me dijo: “Papi, me quiero venir a vivir contigo”. Y si bien podría ser conveniente para mí, lo hablamos entre los tres y lo aclaramos. Insisto, tenemos una relación muy buena, excelente diría yo, que nos ha dado pie a que llevemos también una muy buena educación hacia nuestros hijos.

–Hoy por hoy, ¿qué postura tienes frente al matrimonio? Hace tiempo se te ve enamorado de tu novia, Ayari… ¿Te volverías a casar?
–El tiempo te va dando madurez. Tal vez al principio de mi matrimonio sí estaba totalmente decepcionado porque, para mí, me había casado para toda la vida. Luego aprendí que el amor no es sólo el matrimonio. Quiero decir, uno puede estar con una mujer sin una firma que te amarre. Aprendí a entregarme al amor sin ataduras. Y cuidado, no es que esté en contra del matrimonio. Sólo que ahorita no te podría decir si me volvería a casar o no. Pero no estoy renuente, no estoy cerrado. Si se diera, adelante, lo haría.

–Aunque ya no más hijos. Porque tengo entendido que es público que te hiciste la vasectomía, ¿no?
–Sí, bueno… aunque si se hizo público no fue porque yo saliera a gritarlo por las calles. Pasó que alguien filtró la noticia, y es cierto. Soy una persona joven, con cinco hijos (Alex de 13 y las gemelas, América y Camila, de 8 –de su matrimonio con América Guinart–, Emiliano de 7 y Valentina de 5 –de su relación con Ximena Díaz– ). En ese rubro estoy completo. Pleno.

–Sí, está claro que, por descendencia, preocupado no estás. Sin embargo, justamente por lo joven que eres, puede llegar a ser conflictivo para tu pareja, ¿no?
–Eso sí. Lo que pasa es que ahora las vasectomías, que no tienen nada que ver con que si eres más hombre o no, se pueden revertir. Hay mucha desinformación y mucho prejuicio en este tema. Y te voy a decir una cosa, la sexualidad la disfrutas mejor con la operación.
–¿Ah, sí?
–Por supuesto.


–Lo cual nos lleva al tema del macho mexicano… o mejor dicho, del machismo mexicano. ¿Qué postura tienes frente a eso? Porque una cosa lleva a la otra, ¿no?
–Mira, yo creo que son costumbres que hemos venido heredando de nuestros antepasados. Pero conforme van pasando los años uno se va abriendo la cabeza. Y sí, por ahí nos quedan algunos rasgos. Pero también está el tema del feminismo, y ambos extremos son malos, me parece. Yo prefiero un término medio. Ni el machismo ni el feminismo, porque ahí es en donde empiezan las guerras.

–Terminemos con ésta: ya que estás entre los hombres más sexys, ¿cuáles son las diez mujeres más sexys para Alejandro Fernández? Por cierto, ¿no se pondrá celosa Ayari?
–No. Si yo estoy con una persona y he durado tanto tiempo, es porque es una niña súper inteligente. La mujer que está a mi lado no puede ser celosa. Es parte de mi oficio.

–Ok, entonces, vamos con tu top ten de sexys…
–¿Actuales?
–De hoy, de ayer, lo que quieras…
-Bueno, de todos los tiempos, empiezo por el gran ícono de mujer, Marilyn Monroe, sin dudas. Y más actuales, Catherine Zeta-Jones (especialmente cuando hizo la película del Zorro, ¡un bombón!); Angelina Jolie, obvio; tu compatriota, Valeria Mazza, que es espectacular; siguiendo con las modelos, mención especial para las brasileñas: está Gisele (Bündchen, la ex de Leonardo Di Caprio) obvio, y otras dos de la nueva camada, que también son hermosas: una se llama Adriana Lima, y otra Alessandra Ambrosio, las que hicieron la campaña de Victoria’s Secret… ¿Cuántas van?
–Siete, te faltan tres.
–Dejémoslo así, en top seven.

–Ahora sí, la última. Una curiosidad, ¿qué es lo último que bajaste a tu iPod? ¿Qué música escuchas?
–De lo nuevo, me gusta muchísimo el brit-pop. Estoy escuchando mucho Coldplay, Keane y los Artic Monkeys.
Agracezco mucho a Claudia Arlene nuestra "corresponsal" desde Monterrey esta entrevista que nos a facilitado

No hay comentarios:

PROXIMAMENTE ...

ON / OFF MUSICA

Powered by eSnips.com

fondo

Free Layouts for MySpace

I made my layout with the Myspace Background Maker. Get myspace layouts, graphics, and flash toys at pYzam.